Primero copiar y después innovar
Primero copiar y después innovar: En la actualidad las marcas, productos o bien servicios recurren a las coaliciones estratégicas con el propósito de compilar información sobre el mercado, entre otras muchas, los hábitos de consumo, esto sobre conseguir una expansión en territorios a los que no se dirigen sus mercaderías derivado de la naturaleza de exactamente los mismos.

En tanto, al interior de las compañías se recurre a mecanismos, los que tienen la meta de investigar a firmas líderes en diferentes campos e inclusive a la competencia a fin de adoptar mecanismos que dejen optimar los procesos al interior de exactamente las mismas.
A esta herramienta de administración se le conoce como Benchmarking; y es que con la elevada competencia que se vive en los distintos campos de las industrias, el análisis y comparación brinda ventajas en áreas esenciales, como lo es el nivel de calidad como la productividad.
La primer empresa en incorporar la estrategia fue Xerox, en los comienzos de la década de los ochenta después de la llegada de otras firmas en el negocio de las fotocopiadoras en el vecino país del norte; para conseguir reposicionarse en el mercado, examinó procesos, materiales, productos como métodos de Fuji, tras advertir sus puntos enclenques, efectuó los cambios precisos, lo que derivó en el perfeccionamiento de sus productos sistemáticamente.
En tanto, conforme un reporte del Heraldo de México mantiene que a lo largo del último siglo el desarrollo de naciones como el país nipón o bien E.U. se ha construido con base en “copiar” a la competencia y progresar sus ideas reinventándolas, como sucedió con Xerox.
Para añadir valor a la idea copiada, el medio señala que se trata de una ocasión de imitar primero para entonces innovar; de tal forma que primero se escoge el aspecto que se quiere desarrollar o bien prosperar. Entonces se busca un buen referente y se observa qué y de qué forma hace lo que hace para por último repetirlo y poner a prueba la información analizada.
El fin es imitar provisionalmente y también inspirarse de una o bien múltiples ideas para crear algo nuevo y singular.
Una investigación de la Universidad de Tokyo verificó que copiar a otros facilita la inventiva. Los estudiosos Kentaro Ishibashi y Takeshi Okada dividieron en conjuntos a treinta estudiantes.
Uno de ellos debía hacer un dibujo original de un objeto del planeta real, al tiempo que a otro conjunto se les presentó una imagen de una obra de arte abstracta y se les solicitó que copiaran la imagen en una hoja de papel en blanco mientras que imaginaban la pretensión del pintor.
Las personas que copiaron la obra de un artista fueron más creativas que las que procuraron hacer un dibujo original. Los dibujos “originales” basados en un objeto fueron demasiado realistas por contra, los segundos eran más variados y entretenidos.
Y es que desde los orígenes de la humanidad se ha copiado a la naturaleza de forma ocurrente, se trata prácticamente de una condición humana, de imitar y progresar. Conforme el Heraldo, históricamente se ha probado que el copiar creando ha impulsado el progreso social.