No hay una fórmula mágica para ser emprendedor por Adolfo Mejia
Entré a una organización un poco excéntrica llamada Asociación de Locos Paracaidistas Dispuestos a Emprender.
Me dirán Uds.: «Adolfo
¿qué tiene que ver un paracaidista con emprender?
» Me gustaría levantaran la mano quiénes de los presentes alguna vez han emprendido. Por alguna razón, estas personas tienen muchas similitudes con un paracaidista. Es decir, están propensos a asumir riesgos.
En mi caso particular ya me he lanzado varias veces del avión.
He creado 4 empresas, de las cuales solamente 2 han sobrevivido.
Una revista de arquitectura y una firma consultora.
Ya tengo un armario repleto de ideas locas que no han funcionado, pero que servirán para iniciativas exitosas. Señoras y señores, un emprendedor no es ningún superhéroe; es una persona de carne y hueso, que está dispuesto a ponerse el paracaídas.
Hace 5 años, renuncié a una organización que no aceptaba mis ideas innovadoras e inicié mi empresa. Parecía un laberinto lleno de obstáculos, y lo ha sido.
Pero emprender ha sido la mejor decisión que he tomado en mi vida. Hace una semana, mi revista de arquitectura cumplió un año de existir. Luego de 7 ediciones, el desafío ahora es crear una comunidad donde los actores del sector construcción puedan reunirse, tomarse un vinito y decidir qué empresas pueden realizar en conjunto.
Ahora la pregunta del millón
¿por qué unas personas emprenden y otras no? ¿Me habré tomado yo un día alguna píldora para decidir renunciar a mi empleo tradicional y hacer una empresa? La verdad es que no existe una fórmula mágica ni receta secreta de la abuela para ser emprendedores.
Todos los que estamos aquí presentes tenemos un paracaídas con herramientas que hemos ido acumulando a lo largo de nuestras vidas, y hace tiempo están listas para usarse. Además de tomar la decisión de ponerse el paracaídas, es importante tener una idea que les apasione, y además, un plan de acción detallado con planes de contingencia. En algún momento deberán crear un escudo de madera enorme, porque habrán golpes a lo largo del camino y muchas personas que no aceptarán sus ideas.
Además, debes tener la capacidad de comunicar tus ideas como un vendedor estrella. Es decir, debes ser capaz de decirle a la persona de al lado que tu idea es como el oxígeno que necesita para respirar. En un mundo cambiante, la brecha digital se reduce drásticamente, y ya más del 40% de la población tiene acceso a Internet.
Es decir, que nosotros como emprendedores, debemos ver si en realidad las comunicaciones son sustanciales. Hace una semana, salí de la ciudad y al volver veo mi WhatsApp y tenía más de 800 mensajes de 13 personas diferentes. Luego de una hora de revisarlo, me di cuenta de que muy pocos mensajes eran en realidad relevantes. Por tanto, como emprendedores debemos alinearnos a estos nuevos paradigmas de la comunicación, ya que de lo contrario, no podré entender adecuadamente a mis clientes, a mis socios, a mis proveedores y al mundo en general.
Todos serán más competitivos y dirán: «Allá quedó Adolfo».
Emprender significa potenciar las relaciones humanas.
Mi revista ha prosperado porque creé una comunidad virtual que soporta eventos en vivo donde las personas y los clientes se reúnen y podemos conocer en realidad las verdaderas necesidades. Si yo volviera a nacer, no dudaría en volver a emprender. Emprender me ha permitido ser extrovertido y ver la vida de manera positiva. Además, me ha dado la humildad de entender mis limitaciones, pero también una electricidad que corre por mi cuerpo para ser cada día mejor.
Según estadísticas de la CEM, existen tasas de emprendimiento del 8 % en nuestros países.
¿Será que debemos conformarnos con que una de cada 10 personas tenga una empresa exitosa?
Si queremos se los líderes que demanda la región, debemos romper estos esquemas y hacer que de este evento salgan cientos de ideas exitosas y emprendimientos. De esa manera, lograremos que la región se desarrolle. Hace un tiempo yo tuve miedo y hoy soy emprendedor. Les invito a guardar sus temores, a agarrar el paracaídas que tienen en sus espaldas y lanzarse cuantas veces sea necesario hasta cumplir sus sueños. Nos vemos en el aire.
Gracias.