Las Peores Campañas de Publicidad de la Historia
Las Peores Campañas de Publicidad de la Historia, la mayor parte del tiempo a las marcas se les ocurren refulgentes anuncios que conectan con nuestras emociones y nos hacen apreciar adquirir el producto que venden.
Mas algunas veces pueden meter tanto la pata con una campaña de publicidad que la ocasión queda muy marcada en el colectivo.

Es por tal razón que los que trabajan en marketing tienen tanta presión a fin de que las cosas salgan bien, por el hecho de que cuando salen mal pueden producir enormes pérdidas a las compañías y hasta grandes quejas. Probablemente has leído o bien recuerdas ciertos desastres promocionales, mas ¿vas a saber cuáles son los peores?
Las Peores Campañas de Publicidad de la Historia
Coca Cola y la horrible “New Coke” (1985)
Este es un tradicional fail de las campañas de publicidad y uno de los casos más conocidos de de qué forma puede afectar tu marca un cambio de producto tan radical.
En mil novecientos ochenta y cinco, Coca Cola se hallaba preocupada por el hecho de que las ventas habían caído significativamente desde la llegada de su primordial contendiente y eterno contrincante Pepsi, además de esto que buena parte de sus usuarios habían disminuído la adquisición de Coca Cola por el hecho de que preferían productos más dietéticos y sanos.
Con lo que la compañía decidió tomar un enorme peligro y trastocar la fórmula de su producto original para hacerla un tanto más dulce, como estaba compuesta la Pepsi. Un cambio que decidió llamar New Coke.
Pese a que en los análisis de mercado y pruebas anteriores al lanzamiento del producto todo parecía señalar que a la mayor parte le complacerían los cambios, la realidad fue que hubo una gigante contestación negativa y decepción entre los usuarios.
La compañía recibió más de cuarenta cartas y llamadas telefónicas de personas que estaban muy molestas o bien que expresaban su decepción e inclusive Fidel Castro, un conocido consumidor de Coca Cola, opinó a este respecto diciendo que la New Coke era un signo de la decadencia capitalista americana.
La contestación negativa fue tan apabullante que la compañía se vio forzada a volver a la fórmula original 3 meses después. Desde ese momento, la historia de la New Coke figura como un ejemplo de marketing y una advertencia sobre lo que puede pasar cuando procuras manipular una marca triunfante como Coca Cola.
Calvin Klein: los anuncios que acusaron a la marca de fomentar pornografía infantil (mil novecientos noventa y cinco)
En esta temporada, Calvin Klein tenía mucho éxito con anuncios y campañas recordables de lencería como la de Mark Wahlberg y Kate Moss.
Para mil novecientos noventa y cinco, la popular casa de tendencias procuraba promocionar una línea de blue tejanos para damas y caballeros, con lo que contrataron a múltiples modelos para aparecer en sus comerciales y anuncios.
No obstante, los hombres y mujeres que aparecían en ellos lucían exageradamente jóvenes y en el vídeo eran entrevistados por una voz masculina adulta que les hacía preguntas del estilo “¿has hecho el amor en alguna película?” “muéstrame qué puedes hacer” o bien “tienes un buen cuerpo ¿te ejercitas?“.
Esta subida de tono y la manera en la que fueron grabados los anuncios produjo desagrado entre el público y muchos acusaron a la marca de fomentar la pornografía infantil.
La contestación de Calvin Klein fue retirar los comerciales y publicar una página completa de excusa en el New York Times, donde aseguraban que todos y cada uno de los modelos habían sido mayores de edad.
Pepsi
El vil concurso que prometía un millón de dólares estadounidenses al ganador (mil novecientos noventa y dos)
En mil novecientos noventa y dos, Pepsi deseaba acrecentar las ventas en Filipinas y exceder a Coca Cola, quien tenía un setenta y cinco por ciento del mercado. Conque decidieron hacer un concurso muy prometedor llamado The Number Fever (la fiebre del número).
Este consistía en entregar diferentes premios en efectivo en dependencia de cada número encontrado bajo las tapas de las botellas Pepsi, mas el mayor atrayente era la promesa de que alguien podía ganarse un millón de dólares estadounidenses si lograban un número que Pepsi elegiría al azar al final de la campaña.
¡Se van a poder imaginar la cantidad de personas comprando bebidas de Pepsi para lograr los premios! Sobre todo en un país en vías de desarrollo como Filipinas.
Prontísimo el concurso corrió como pólvora y daba la sensación de que los anuncios se habían apropiado de todos y cada uno de los medios. Había sido un éxito por el hecho de que en los meses siguientes Pepsi reportó un aumento en las ventas de prácticamente cuarenta por ciento y se estimaba que más o menos treinta y uno millones de personas (más de la mitad de población en Filipinas de ese año) habían participado.
Mas todo se vino abajo el día que Pepsi anunció que el número del millón de dólares estadounidenses era el trescientos cuarenta y nueve. Supuestamente, ochocientos mil personas habían logrado el trescientos cuarenta y nueve en sus tapas. La contestación de Pepsi tras las demandas de dinero fue inutilizar el concurso.
Esto produjo una ola de quejas contra una compañía jamás ya antes vista y el episodio fue llamado como la “guerra de la cola”. Esos días serían recordados por Pepsi y por Filipinas como unos de los más horribles, pues la población saboteó, quemó y hasta tirotéo cuando menos treinta y dos plantas embotelladoras, hubo amenazas de muerte a los empleados de la compañía y hasta tres fallecidos en tanto altercado.
Esta probablemente es la peor campaña de publicidad en la historia de la compañía.